erice o el mito de la caverna

el sol de medianoche y la melancolía latente
hacen vibrar la esquizofrenia en tus párpados intermitentes
baila ahora o nunca al son de los tacones lejanos
porque mañana no nacerá sino la pérdida irremediable

coge el metro coge el café coge el periódico
destroza el metro destroza el café destroza el periódico
baila ahora o nunca al son de los tacones lejanos
porque ya se vislumbra la luz que no invoca claridad

los espasmos la sangre y la presencia de todos los colores
acechan como lobos esteparios en el círculo polar
puedes correr pero no esconderte

se distorsiona tu mente en un mar de drogas
mientras tu cuerpo convulsiona porque no hay sustento
en la ciudad de las luces

3 comentarios:

Álvaro Beltrán dijo...

Escupe sorbo a sorbo el café
y haz de tu camino un parasubida al mundo
telúrico. Los sorbos también saben caminar.
Y la sangre no es fácil de eliminar.

Te superas.
Anduve un poco liado...

coloresdepapel dijo...

Llevo tres días cantando en mi cabeza esta canción. Amando este grupo desde hace tres días. Pero justo esta canción no puedo quitarmela de encima, con su peso y su verdad, con su ritmo, con su susurro.

Qué casualidad. Qué bien. Qué todo.

Nos vemos paseando por las calles, en un punto cualquiera del universo, a horas indecentes del mediodía.

Mírate, sé feliz.

Laura dijo...

Por fin pude entrar a comentarte... algo ocurría con mi ordenador.
He descubierto a Vetusta hace poquito y, vaya si me gustan. Tengo el disco jjajaj...
Pero tú me gustas más.